domingo, 8 de noviembre de 2015

MARIA

MARÍA
1)
Enmarcada por la espléndida geografía del Valle del Cauca, en épocas pasadas floreció la hacienda «El Paraíso». Allí, rodeados por la bondad de sus padres y tíos, crecieron dos jovencitos de nombres Efraín y María, primos hermanos, quienes desde su más tierna infancia se hicieron inseparables compañeros de juego y alegría. Muy pronto, sin embargo, el camino de los dos primos se separó.

Efraín, alcanzada la edad necesaria para emprender una sólida educación, fue enviado por sus padres a la ciudad de Bogotá, en donde, tras seis anos de esfuerzo, consiguió coronar sus estudios de bachillerato.

María, entre tanto, lejana ya las delicias de la infancia, se había convertido en una bellísima muchacha, cuyas dotes y hermosura encandelillaron al recién llegado bachiller.
Ciertamente la sorpresa del muchacho fue compartida. También María se sintió vivamente Impresionada ante las maneras y el porte de su primo, y aquella mutua admiración dio tránsito a un vehemente amor que se apoderó de sus corazones, sin que ellos mismos pudieran comprender lo o sentirlo.

El cariño de los jóvenes progresó dulcificado por las bondades de su medio y muy pronto, a pesar de que ellos quisieron ocultarlo, los ojos de sus mayores recabaron en este mutuo afecto. Entonces, una sombra dolorosa se interpuso entre los dos enamorados. Los padres de Efraín, quienes abrigaban un vivísimo amor por su sobrina, no podrían olvidar una penosa circunstancia .que señalaba indefectiblemente su destino. Tal como su madre, muerta bastante tiempo atrás. Marta daba muestras de padecer una dolorosa enfermedad. Aquella dolencia, que llevara a la muerte a quienes la padecieran, tarde o temprano, empezaba a notarse en el semblante juvenil de la muchacha. Ningún alivio era suficiente, y aunque el ánimo de los buenos señores se inclinara favorablemente al amor de los muchachos, la posibilidad, casi indudable, de la muerte temprana de María, los obligaba a oponerse.

A pesar de ello, sus acciones no revistieron crueldad o torpeza. Todo lo contrario, el padre llamó a Efraín a su lado y sin mostrar señal alguna de su íntima determinación, lo instó a viajar a la lejana Europa a fin de adelantar estudios superiores de medicina. Aquella solicitud conturbó el ánimo de la enamorada, quien veía con profundo pesar la forzosa distancia que entre los dos pudiera interponerse. Sin embargo, la voluntad paterna fue determinante y tras una serie de obstáculos y aplazamientos que llenaron de felicidad el corazón de los amantes, Efraín enderezó sus pasos rumbo a Londres. El dolor de los primeros tiempos de separación fue mitigado por las incontables cartas que los muchachos se enviaban.

Muy pronto, Efraín resintió las dilaciones y tardanzas de su amada. Y cuando esta situación más lo mortificaba y ofendía, supo por boca de un amigo recién llegado a Inglaterra, que la joven María había sido postrada por una dolorosa enfermedad que la amenazaba cruelmente y que requería su presencia. Inauditos fueron entonces los dolores de Efraín tratando de encontrar vías inmediatas para su desplazamiento desde Europa.

Las enormes distancias y la lentitud de los transportes se erigía como otras tantas lanzas que mortificaban su corazón. Días y días se sucedían, sin que la añorada patria asomara en el horizonte. Llegaron después tas penalidades de la travesía de ríos y montanas, los accidentes, las lluvias, la crueldad de la naturaleza que inconmovible asistía a los agónicos esfuerzos del enamorado. Cuando ya Efraín consiguió descabalgar en tierras de «El Paraíso» y saludó emocionado a sus padres, por el semblante de aquellos adivinó la verdad: sus esfuerzos fueron vanos.

La amada no pudo aguardar su llegada y con su nombre entre los labios falleció.

La desesperación de Efraín lo condujo hasta el pie de la tumba de María, en donde los recuerdos de las alegrías pasadas que la llevaron hasta la postración. Finalmente, incapaz de soportar la vida en medio del maravilloso valle que fuera escenario de su amor y que lo inundaba cada instante con su alud de recuerdos y emociones, Efraín decidió abandonar para siempre la tierra de sus mayores y se adentró en lo desconocido.

Principales :
EFRAÍN,MARÍA,EL PADRE,LA MADRE,EMMA
Secundarios :

JULIAN, DOÑA ANDREA, LUCAS,TIBURCIO, MARTA,FELICIANA,ESTEFANA,CAMILO,EL CURA,SEÑORA, MAGMAHU, SAY TUTO KUAMINA,ORSUÉ, SINAR, WILLIAM SARICK,GABRIELA,EL YANKEE, CUSTODIO

Tiempo Cronológico:

María, dice que puede fecharse de una manera aproximada. Como en la novela existe todavía la esclavitud, abolida en Colombia a principios de 1852, se desprende que la trama tiene lugar antes de ese año.

Otro dato que apunta hacia la misma fecha es !a referencia (XXIII) al periódico "El Día", que dejó de publicarse en julio de 1851. El colegio del doctor Lorenzo María Lleras, adonde asistió Efraín, funcionó de 1846 a 1852. Así es que el idilio de Efraín y María transcurriría hacia el año 1850. Esto quiere decir que Efraín, que tiene veinte años al comienzo de la novela, es siete años mayor que Isaacs, quien nació en 1837.

Isaacs insertó tantas referencias al tiempo en su novela. Y piensa que probablemente la razón es que así se carga el énfasis sobre la inminencia del viaje de Efraín, el cual causará la muerte de María. La obsesión con el tiempo constituye una manera de preludiar el fallecimiento de la heroína, que para Efraín será el momento en que cese totalmente el tiempo.

Espacio:

Sin embargo, en algunos casos, Isaacs abrevia u omite ciertos topónimos; estas omisiones y abreviaturas tienen por propósito disfrazar superficialmente el escenario principal de María: la hacienda llamada "El Paraíso" y sus alrededores.

Nunca se menciona este nombre, ni los de las otras haciendas ("La Manuelita" y "La Rita") que perdió la familia Isaacs unos años antes de la publicación de la novela. Esta técnica de omisión refleja la afición romántica por todo lo vago e impreciso; menudean los casos en las novelas del francés Alphonse de Lamartine y del novelista inglés Walter Scott, por ejemplo. Además, es posible que hubiera motivos no literarios para algunas de estas omisiones. En el capítulo XXXIII Isaacs hace unas alusiones personales muy denigrantes a los nuevos dueños de las haciendas que habían sido de sus padres; quizá el autor disimuló los nombres de las propiedades para evitar posibles pleitos por calumnia.

Narrador:

Omnisciente:

Efraín narra la historia y el va participando de los hechos observador y testigo en todos los casos es primera persona por lo que la novela María se presenta desde el punto de vista del narrador, Efraín, que cuenta los acontecimientos de su niñez. En la historia podemos tener un "narrador mismo," que realmente es una voz narradora expresada en la primera persona que cuenta la historia de una manera retrospectiva. Las dos voces, la del narrador mismo y la del experimentador mismo, dan a los lectores una visión subjetiva porque vemos la historia retrospectiva y la manera en que fue vivida por Efraín.

Testigo:

En algunos casos Efraín se comporta como un narrador testigo, es decir que narra hechos vistos desde afuera y en donde el no es participe. Ejp:

“Pude notar que mi padre, sin dejar de ser amo, daba un trato cariñoso a sus esclavos, se Estraba celoso por la buena conducta de sus esposas y acariciaba a los niños.”

“Al entrar yo una tarde en el cuarto de mi padre, lo oí sollozar: tenía los brazos cruzados sobre la mesa y en ellos apoyaba la frente; cerca de él mi madre lloraba, y en sus rodillas reclinaba María la cabeza, sin comprender ese dolor y casi indiferente a los lamentos de su tío: era que una carta de Kingston, recibida aquel día, daba la nueva de la muerte de Salomón. Recuerdo solamente una expresión de mi padre en aquella tarde: «Si todos me van abandonando sin que pueda recibir sus últimos adioses, ¿a qué volveré yo a mi país?».”

Tema :

El amor

María es un ingenuo idilio sentimental, romántico, que ha sido comparado con Pablo y Virginia de J. H. Bernardo de Saint Fierre (obra donde el autor francés trabaja el exotismo paisajístico y el sentimentalismo), y con Átala de Chateaubriand, serie también de relatos exóticos, como también hubiera podido serlo, en cierto modo, la novela pastoril Dafnis y Cloe del sofista griego Longo, pero que no es imitación servil de nadie, sino espontáneo y sentido recuerdo de un primer amor purísimo, ideal en el más alto grado de romanticismo. Pero lo anterior no excluye cierto sensualismo, algo de fetichismo -por supuesto, muy delicado y cándido por parte de Efraín quien se extasía en más de una ocasión besando y observando las prendas de la muchacha.

No duda en hacer elogios muy detenidos del cuerpo de ella. Sus codos, la blancura de sus brazos; su cuello y sus manos, los pies desnudos que la joven pretende cubrir en actos púdicos, son materia de largas descripciones que obviamente nos indican pasión velada con delicadeza de palabras respetuosas.

Este amor es eterno pues cubre la totalidad de la vida del personaje que narra y se ha inmortalizado en las páginas de la novela de Isaacs. Por su parte, en María encontramos el amor que aguarda. Es la paciencia pura, la resignación que jamás es vencida y que, al contrario, se acrecienta con los obstáculos. Es el amor que destruye la materia antes que agotarse en sí mismo. Es decir, en ella el amor todo lo puede porque es espiritual. Aunque la novela toca otros temas importantes, desde un comienzo entendemos que el amor ocupará la generalidad de la obra, porque María sólo se puede concebir como símbolo de amor, A lo largo de todo el texto, sus actitudes, pensamientos y conductas están al servicio de! amor. No hay un solo episodio donde nos encontremos con una María diferente a la María-amor, y no hay un pasaje de amor en donde no aparezca la imagen de María como arquetipo, como modelo indicativo de lo que es o debe ser un verdadero sentimiento amoroso, a pesar de que en aquellos se halle el ideal de antemano. Ella es la perfección, ella es amor.

La muerte

Como es común en el romanticismo, el amor y la muerte van unidos en una conjunción trágica. Desde el comienzo de la novela, y aunque la muerte no haya sido mencionada, se percibe cierta atmósfera densa, cierta inclinación a lo desconocido, que nos anuncia turbulencias y estados de ánimo agónicos. La simple partida del chiquillo Efraín fuera del seno familiar, no hace más que presentarnos una especie de muerte a escala menor. El hijo parte y el llanto invade un hogar. El dolor reina y el hijo debe experimentar lo desconocido. A su regreso todo parece brillar por la ilusión, pero no tardan en aparecer signos inequívocos de angustia. María se retira temprano a su habitación porque le duele la cabeza; falta a la mesa del comedor en un acto inusual en las costumbres de la época y... su mano tiembla. Su primer ataque oscurece la dicha y un ave negra que golpea la mejilla de Efraín, nos hace perder toda esperanza contra lo fatal: es la alegoría de la muerte que sonríe por primera vez y nos indica que su atención se ha depositado en aquella mucha chita indefensa y amada para no desviarse ya a ningún otro lugar, porque es implacable y saborea con su rigor el padecimiento de quienes se le oponen.

Todo en adelante será ilusorio para los personajes de la novela y para el lector ingenuo. El ave sigue apareciendo siempre con azotes de humor negro y nos acompañará hasta el final de la novela.

La esclavitud

Aunque muchos críticos han afirmado que la sociedad plasmada en María es un mundo idealizado en que todos los personajes son buenos y nobles, se puede cuestionar dicha afirmación. Ante todo, nada de noble tiene una sociedad que admite la institución abominable de la esclavitud. Isaacs demuestra la preocupación del Realismo al censurar esta vulgaridad inhumana. Efraín pregunta a Emigdio por qué un muchacho tiene el brazo mutilado; su amigo contesta que lo había metido en el trapiche, y se queja de la estupidez de los esclavos, y añade que ya el joven no sirve más que para cuidar caballos. La simple inclusión de este pasaje nos muestra que el autor se aterra ante tal desconsideración. Pero la mayor protesta contra la esclavitud la encontramos en el relato de Nay y Sinar; el dolor de los desgraciados que se ven separados de sus familias; los horrores de los buques que transportan los esclavos, las propuestas depravadas que hacen algunos traficantes a las negras más bonitas, etc. Es pues, un tanto apresurado afirmar que la novela nos presenta una sociedad idealizada.

Argumento:

El argumento de esta extraordinaria novela es el siguiente:

En esta obra se relata el amor mas maravilloso de todos, el primer amor, en la cual en esta ocasión se da entre dos primos: María, que desde muy pequeña fue adoptada por sus tíos a la muerte de su madre y los cuales son padres de Efraín, Emma, Felipe, Juan y Eloisa. Desde la infancia ambos estaban enamorados, pero Efraín se fue a estudiar en el colegio de Bogotà a la edad de 14 años, y regresa 6 años después, a su regresó se ha de dar cuenta que su amor sigue igual sino es que mas fuerte entre ambos. En su estancia pasan muchos momentos juntos los cuales se describen detalladamente de una forma que el lector puede sentir las mismas sensaciones que los protagonistas, Maria empezó a presentar síntomas de la misma enfermedad que hizo fallecer a su madre muy joven, epilepsia; así que los padres de Efraín al darse cuenta del sufrimiento de su hijo por María hablan con él y le comentan todo los riesgos de la enfermedad de María y del sufrimiento que les esperaría a ambos jóvenes, pero su padre le dice que si después de irse a estudiar 5 años a Europa regresa y sigue enamorado de ella, dará su consentimiento a que se casen. Ambos se separan, en la ausencia de Efraín, Maria empeora de salud hasta fallecer, en su agonía pide ver a Efraín, así que este viaja desde Londres hasta Cauca para verla. María guarda sus trenzas y las cartas de Efraín y las da a Emma a entregárselas, al volver Efraín y ver que María había fallecido y al darse cuenta que en balde fue su viaje, permanece unos meses en la casa, recorriendo todos los lugares que fueron testigos de su amor y reviviendo esos momentos inolvidables, al no resistir tanta tristeza prefirió alejarse del bello huerta y la casa en que había pasado su niñez.

2)

PRINCIPALES

EFRAÍN, joven protagonista de la novela, enamorado de María, que luego de comprometerse en matrimonio con ella a su regreso de Europa, ve frustradas sus ilusiones al encontrar que ha fallecido en su ausencia.


MARÍA, novia de Efraín, hija de Salomón, judío de Jamaica que antes de morir la deja bajo ci cuidado de! padre del protagonista. Al padecer la misma enfermedad que terminó con la vida de su madre, ve que ésta se recrudece por la ausencia de Efraín. Pide a este que vuelva a su lado, pero sus fuerzas se debilitan y su vida se agota antes de tener e! remedio de su presencia.

EL PADRE, bondadoso hacendado del Valle del Cauca, en cuya casa permanece María bajo su cuidado. Es quien dispone e! viaje de su hijo Efraín a Europa a continuar los estudios de medicina, pero lamentablemente esta es la razón por la cual se intensifica la enfermedad que lleva a María a una muerte temprana.

LA MADRE, buena mujer, típica esposa tradicional de carácter .sumiso, cuya presencia en la novela es símbolo de prudencia y buen consejo en los
momentos adversos.

EMMA, hermana de Efraín y confidente de los enamorados. Siempre dispuesta a crearles momentos propicios y a servirles de consuelo en las

dificultades.

SECUNDARIOS

JULIAN, hermano de Efraín, estrechamente unido a María, de quien recibe un amor casi maternal.

DOÑA ANDREA, madre del anterior.

LUCAS, neivano agregado de una hacienda vecina a la de José, que forma parte del grupo que va a la cacería del tigre.

TIBURCIO, otro participante en la cacería del tigre. Novio de Salomé.

MARTA, cocinera de la posesión de José y su familia.

FELICIANA, negra aya de María, que en el pasado tuvo el nombre de Nay. Era hija de un guerrero achanti del África, pero capturada por uno traficantes, fue conducida a América en calidad de esclava.

ESTEFANA, negrita de doce años, hija de esclavos que sirve en la casa. Tiene un afecto fanático por María.

CAMILO, criado de la familia de Efraín enviado a Cali por correspondencia que esperaban.

EL CURA, anciano religioso que oficia la boda de Tránsito y Braulio.

SEÑOR A, caballero con quien viaja Efraín a Europa y quien le da la noticia de la gravedad de María.

MAGMAHU, guerrero achanti padre de Nay (Feliciana).

SAY TUTO KUAMINA, rey achanti a cuyo servicio estuvo Magmahú.

ORSUÉ, caudillo de los achimis, muerto por Magmahú.

SINAR, hijo del anterior y esposo de Nay. Luego de ser capturado por unos traficantes es separado para siempre de su mujer, con quien ha tenido un hijo, el negrito Juan Ángel.

WILLIAM SARICK, irlandés dueño de la casa donde fue dejada Nay (Feliciana) por los traficantes en calidad de esclava.

GABRIELA, mujer del anterior. Nay encuentra en ella consuelo por la pérdida de su esposo y buen consejo en la desesperación.

EL YANKEE, americano que intenta comprar a Nay para llevarla a su país, donde el hijo de ésta será esclavo por siempre.

CUSTODIO, chagrero compadre de Efraín a quien pide lleve a su hija Salomé a su casa para alejarla de la tentación de Justiniano, hermano de Carlos, que parece acecharla con propósitos no muy honestos.+


3)

Jorge Ricardo Isaac Ferrer 
Fn : 1 de abril de 1837

Fd :
17 de abril
 de 1895 (58 años)IbaguéColombia
Df: padres  
Manuela Ferrer Scarpetta
George Henry Isaacs
Da: Realizó sus estudios de primaria en la escuela de Cali y en Popayán y los continuó en la capital de la República entre 1848 y 1852. Regresó a Cali sin terminar el bachillerato, debido a la difícil situación económica de su familia, lo que le hizo olvidar su sueño de ir a estudiar medicina a Inglaterra.
Dl: novela, Fue un novelista y poeta 
colombiano del género romántico. Jorge Isaacs vivió durante la consolidación de la República.1
Dh: 

No hay comentarios:

Publicar un comentario